El aceite de pepita de uva se extrae de las semillas del fruto de la vid, uno de los ingredientes más valorados en el cuidado de la piel. Ligero pero potente, es rico en antioxidantes, vitaminas y ácidos grasos esenciales, lo que lo convierte en un aliado excepcional para mantenerla saludable y radiante. Su textura es ligera y se absorbe rápidamente, sin ninguna opción a obstruir los poros.
Entre sus antioxidantes, destacan los polifenoles y flavonoides, componentes que luchan contra los radicales libres, moléculas inestables que causan daño celular y aceleran el envejecimiento de la piel, pero también destaca el poder de sus ácidos grasos esenciales, tales como el linoleico (Omega 6) y el oleico (Omega 9).
Cómo elegir un buen cosmético con aceite de pepitas de uva
En primer lugar, busca un aceite prensado en frío, ya que este método de extracción mantiene intactos los nutrientes esenciales. Los prensados en frío suelen tener una calidad superior en comparación con los extraídos mediante procesos que utilizan calor o productos químicos. Opta por una opción orgánica y sin refinar para evitar residuos de pesticidas y conservar todos sus beneficios naturales.
Los óleos refinados pueden perder parte de sus propiedades durante el proceso de refinamiento. Además, debe guardarse en un envase oscuro para protegerlo de la luz, ya que puede degradar sus propiedades, mejor en un lugar fresco y oscuro.
Cómo usarlo en la rutina de cuidado facial
Por ejemplo, después de la limpieza y el tónico, antes de la hidratación o después de los sérums y tratamientos específicos, estos serían algunos de los mejores momentos para aplicar el aceite de pepitas de uva. Por supuesto, también puedes mezclarlo con cremas hidratantes pero siempre una pequeña cantidad, unas tres o cuatro gotas son suficientes, tanto en uso diurno como por la noche.
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