Pages

lunes, 13 de octubre de 2025

¿Desodorante, antitranspirante o antiodorantes? ¿Conoces su diferencia?


NODOR


Ya en la antigüedad se usaban aceites perfumados, incienso o baños de hierbas para enmascarar olores, y desde que en 1888 se creó la fórmula de desodorante a base de óxido de zinc, el concepto ha evolucionado convirtiéndose en un básico incuestionable en la rutina diaria. Un gesto automático: levantar el brazo, aplicar, vestirse y seguir con el día.

En la primera década del siglo XX se lanzó el primer antitranspirante que contenía sales de aluminio para bloquear las glándulas y, aunque efectivo contra la sudoración,  generaba irritaciones y controversias médicas. Más tarde, el desodorante en formato aerosol revolucionó el mercado en los años 60, aunque después se cuestionó el impacto ambiental de los gases de efecto invernadero (CFC’s). Ahora, investigaciones recientes sobre disruptores endocrinos y sus posibles efectos en la formación de células tumorales han puesto en entredicho algunas fórmulas de desodorantes convencionales, y a medida que la información fluye, los consumidores se vuelven más críticos.

Empieza a aflorar una realidad incómoda: muchos de los productos que utilizamos para “protegernos” del mal olor están diseñados más para enmascarar que para solucionar, y en el camino pueden alterar el equilibrio natural de la piel. 

La confusión empieza por la base: no es lo mismo un desodorante que un antitranspirante. El primero actúa sobre el olor, normalmente con perfumes o agentes antimicrobianos que reducen las bacterias que lo provocan. El segundo, en cambio, bloquea la transpiración mediante sales de aluminio u otros compuestos que cierran temporalmente los conductos sudoríparos, reduciendo la humedad que necesitan las bacterias para proliferar.

El problema es que ambas soluciones, aunque efectivas a corto plazo, pueden tener efectos secundarios: irritación, sequedad, desequilibrio del microbioma e incluso acumulación de residuos en la ropa que no se eliminan con el lavado. Y aunque no todos los ingredientes son peligrosos, el debate sobre el uso continuado de ciertas sustancias —como los antitranspirantes con aluminio— está más vivo que nunca.



antiodorantes




Aquí es donde los antiodorantes marcan la diferencia. A diferencia de los desodorantes y antitranspirantes, trabajan directamente sobre la causa del mal olor sin impedir que la piel transpire. Regulan la microbiota axilar para evitar que las bacterias responsables (principalmente Corynebacterium y Staphylococcus hominis) se reproduzcan en exceso, respetando así el proceso natural de sudoración y manteniendo la piel en equilibrio. En otras palabras: resuelven el problema desde la raíz, sin enmascarar ni bloquear funciones fisiológicas naturales del cuerpo.

Así los antiodorantes representan un cambio de paradigma: no camuflan ni bloquean, sino que regulan las bacterias responsables del mal olor respetando el equilibrio natural de la piel.

NOODOR, se presenta como una alternativa sólida, eficaz y alineada con esta nueva forma de entender el cuidado personal. NOODOR es un antiodorante en crema con una eficacia probada de más de 48 horas que utiliza un ingrediente natural con certificación COSMOS que reduce eficazmente la población de las principales bacterias identificadas como las responsables del mal olor corporal y ayuda a mantenerlas en equilibrio.

Este cambio en la microbiota creado por NOODOR al reducir la proliferación de ciertas bacterias indeseadas, crea un nuevo microbioma donde se desarrollan otras bacterias necesarias para el equilibrio y protección de la piel, provocando a su vez el retraso de aquellas bacterias y sus derivados orgánicos metabolizados responsables del mal olor persistente.



NOODOR



Hacer deporte o bañarse no reduce su eficacia, por lo que puedes decirle adiós a los malos olores durante días con una fórmula natural que contiene tan sólo 10 ingredientes aptos para todas las pieles, incluso las más sensibles, y con eficacia desodorante demostrada clínicamente.

No contiene aluminio, pero sus principios activos actúan sobre la proliferación bacteriana e intervienen en la síntesis de los compuestos orgánicos que causan el mal olor. Entre ellos destacan:

                        Óxido de zinc: efectos antimicrobianos

                        Microplata Ag+: neutraliza las bacterias del mal olor a sudor

                        Aceites vegetales: facilitan la aplicación del producto sobre la piel, cuidando tus axilas

A diferencia del desodorante convencional que enmascara el mal olor, NOODOR inhibe las bacterias que lo provocan, eliminándolo a la vez que protege la zona de irritaciones. Además, en contraposición a los antritranspirantes, que taponan las glándulas sudoríparas, actúa sobre la causa del mal olor neutralizándolo, sin frenar el proceso natural y necesario de sudoración.

Puede usarlo toda la familia y no contiene perfume. Su acción antiodorante reduce también la aparición del mal olor persistente en tejidos naturales y sintéticos que permanecen en la ropa incluso después del lavado. Su efecto puede durar hasta varios días y su eficacia y frecuencia de uso depende de la identidad del microbioma propio de cada individuo. Algunas personas pueden tardar más en comprobar los resultados a corto plazo y hay que encontrar el mejor momento y la frecuencia adecuada para cada una. Dependiendo de la sudoración, empieza aplicando cada 2 a 4 días y ve espaciando su uso. Y a largo plazo, aunque existen diversos factores que influyen en su eficacia, como las costumbres y hábitos de higiene, la edad y sexo, la humedad ambiental o la vestimenta, el uso correcto de NOODOR consigue eliminar el olor del sudor, aunque este sea abundante y molesto.

Es cómodo y fácil de aplicar. Solo hay que lavar y secar la zona, aplicar una pequeña cantidad en la axila y extender con los dedos. Elimina el mal olor, regula la microbiota, es de larga duración y no mancha la ropa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario