Uno de mis rituales de los domingos es el uso de mascarillas. Esta es una costumbre que tengo desde hace años, ya sea casera o comprada me gusta siempre utilizar una mascarilla para el rostro.
La mascarilla tiene como finalidad limpiar, reparar, nutrir y reestructurar la piel de la cara. Además hay que destacar, que las mascarillas no sólo benefician a las capas superficiales del rostro sino que también ayudan a las más profundas. Entre sus beneficios podemos encontrar: una mayor limpieza, purifican, hidratan, exfolian y eliminan las células muertas…